Los Bruin Cafés de Ámsterdam, literalmente los cafés marrones, son los antiguos cafés de barrio, similares a los pubs, donde relajarse y encontrarse inmersos en un entorno con un carácter único, íntimo y lleno de atmósfera.
El nombre de estos locales, también conocido como kroegen, deriva de los interiores oscuros con paredes de madera, muchas veces ennegrecidas por el humo, los suelos de madera que crujen, sillas y mesas de madera a veces inestables y están decorados con objetos antiguos extravagantes que recuerdan el nombre del café.
La mayoría de los Bruin Cafés sirven diferentes tipos de cerveza local de barril y el jenever, un licor holandés parecido a la ginebra, servido con pequeñas ensaladas, sándwiches y aperitivos como queso, aceitunas y huevos duros.
Los Bruin Cafés se encuentran en toda la ciudad pero los más pintorescos podéis visitarlos en el Jordaan y en el centro medieval. Acordaos que la mayoría de estos locales no aceptan tarjetas de crédito.
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