Si habéis decidido ir a Ámsterdam con vuestros hijos estad seguros de que no se aburrirán: la ciudad ofrece un montón de lugares para los más pequeños, bien organizados y con una gran cantidad de atracciones y entretenimiento, que hacen de la capital holandesa, sin duda una de las mejores ciudades del mundo para las familias.
Excepto el barrio rojo todos los distritos de Ámsterdam son adecuados para niños y adolescentes gracias a los numerosos espacios verdes, a los pequeños parques de atracciones, a los museos accesibles, divertidos y educativos, incluso para los más pequeños, y a las numerosas atracciones como los canales y los molinos de viento.
Ya al llegar al aeropuerto de Schiphol se cumplen las diferentes necesidades de las familias, gracias a los espacios creados especialmente para pasar la espera antes del vuelo o de la retirada del equipaje, con una zona baby Lounge para los más pequeños y una zona Kid’s Forest para los niños de 3 a 9 años.
También hay varios museos y puntos de interés de Ámsterdam donde los niños se sentirán implicados en muchas actividades, y la curiosidad les acompañará en este viaje. Éstos son los principales.
Nemo es un centro de ciencia, también conocido por su nombre oficial New Metropolis, cuya estructura fue construida por el arquitecto Renzo Piano. Lo bueno es que en su interior no hay nada que no pueda ser tocado, los niños aprenden mucho y al mismo tiempo se divierten. Los niños se implican a través de juegos interactivos y experimentos que les permiten aprender fácilmente los conceptos básicos de las diversas ciencias.
Dentro del Museo Van Gogh se organiza una especie de búsqueda del tesoro donde los niños son los protagonistas, y reconocer las obras de arte del gran pintor les permitirá ganar pequeños premios.
La cadena de museos de ceras más famosa en el mundo también está en Ámsterdam: es una visita obligada para los niños, que disfrutarán muchísimo comparándose con las celebridades y sacándose fotografías junto a sus perfectas reproducciones.
Ámsterdam es una ciudad muy verde y llena de parques, que se convierten en una oportunidad perfecta para que los niños se diviertan al aire libre.
Una vez en Ámsterdam es agradable moverse en bicicleta: se puede alquilar en diferentes áreas y oficinas presentes prácticamente en todas partes, para que vuestros hijos puedan dar una vuelta; seguramente sabrán apreciar esta forma de visitar la ciudad.
Otra perspectiva alternativa que los niños aprecian con curiosidad es el crucero en los canales de Ámsterdam, que les dará la oportunidad de descubrir los rincones más insólitos de la capital holandesa, mientras están sentados y disfrutan de una navegación tranquila y silenciosa.
Entre las diversiones invernales no os podéis perder el Museumplein con su pista de patinaje, el amplio parque subterráneo TunFun y la Central Bibliotheek Amsterdam, donde se puede encontrar un piso entero dedicado a los niños.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.