Ámsterdam es una de las capitales europeas con más encanto y ofrece muchas atracciones que visitar.
El Museo Van Gogh, el Rijksmuseum y el Museo de Ana Frank son destinos casi obligatorios durante una estancia en Ámsterdam. También es muy popular Chinatown, cerca de Nieuwmarkt, donde se puede elegir entre restaurantes Tailandeses, Indonesios y, por supuesto, chinos.
Visitad la Plaza Dam, el Palacio Real, el Begijnhof, el Museo Histórico de Ámsterdam, el bonito barrio de Jordaan con una animada y original vida nocturna, y De Negen Straatjes, el Soho de Ámsterdam, el pequeño y pintoresco barrio de las nueve calles.
Una de las plazas más famosas de Ámsterdam es Museumplein, donde se encuentra el cartel I Ámsterdam, una visita obligada para una foto de recuerdo.
Un crucero por los canales de Ámsterdam (por lo general los barcos salen en frente de la Estación Central) os permitirá tener una idea general de la ciudad y disfrutar del ambiente y de la arquitectura de los bellos edificios de la ciudad. Imperdible también un paseo en bicicleta por Ámsterdam.
Si queréis hacer algo de compras en Ámsterdam, podéis ir entre Leidseplein y Kalverstraat donde se encuentra la principal zona comercial de la ciudad. Son muy interesantes también los mercados al aire libre de la ciudad. Además del famoso Bloemenmarkt, el mercado de las flores, se pueden explorar los stands del mercado de Albert Cuyp, en busca de oportunidades y recuerdos.
Durante vuestra visita no puede faltar una parada en uno de los muchos Bruin Cafés, locales tradicionales de Ámsterdam, donde se puede degustar la cocina holandesa incluyendo las famosas bitterballen, croquetas fritas de carne, las patatas fritas o los bocadillos con arenques.
Después de la cena es el mejor momento del día para explorar la ecléctica, encantadora y escandalosa zona roja, la parte más antigua de la ciudad.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.