Ámsterdam es una de esas ciudades que se puede visitar durante todo el año, ofrece eventos y atracciones en cualquier momento. Es evidente que hay un período de temporada alta, favorecido por un clima más agradable, y un período de temporada baja, donde la ciudad es menos concurrida por los turistas. Veamos en detalle lo que la capital holandesa ofrece a sus visitantes durante el año.
La primavera es sin duda el mejor momento para visitar Ámsterdam, y disfrutar del espectáculo de los tulipanes. Abril, abre el período de temporada alta, cuando con el buen tiempo aumenta exponencialmente la afluencia de turistas en la ciudad.
Sin duda, es una estación climáticamente muy adecuada para disfrutar de la ciudad, pero seguramente no es la más económica. Los precios de los hoteles tienden a subir y encontrar disponibilidad en las estucturas no será facilísimo. La semana clave en abril es la de la Fiesta Nacional del Día del Rey, en el que todo se tiñe de naranja y miles de holandeses y turistas acuden a las plazas para venerar a su soberano.
El verano se presta para el buen tiempo como la primavera, aunque será más fácil encontrar días un poco húmedos o lluviosos. Aunque incluso en esta temporada los precios de los alojamientos son bastante altos, visitar Ámsterdam en verano os permitirá disfrutar más fácilmente de todas las actividades al aire libre que ofrece la ciudad.
Si piensas por ejemplo en los cruceros por los canales de Ámsterdam, o en sus muchos parques, especialmente el Vondelpark, donde poder descansar durante las horas de más calor al fresco. Tanto en verano como en primavera será además más fácil explorar la ciudad utilizando el medio preferido por excelencia de los holandeses: la bicicleta. Por la noche, las calles se llenan de personas que aman pasar la noche en uno de los muchos locales al aire libre en las zonas de Leidensplein y Rembrandtplein.
El otoño resulta ser un buen compromiso para visitar Ámsterdam, disfrutando de un clima todavía tolerable e intentando contener el presupuesto de las vacaciones. Septiembre y octubre son sobre todo los meses de la cultura, ya que se proponen diversas iniciativas que incluyen el acceso gratuito a los principales museos de la ciudad.
La capital holandesa propone además una serie de eventos relacionados con el cine, la música y el arte. Durante esta estación el flujo de turistas disminuye, por lo que será más fácil acceder a las atracciones y vivir la ciudad con un ritmo más relajado.
De hecho cada vez más turistas eligen el mes de septiembre para visitar la Venecia del Norte, incluso teniendo en cuenta el hecho de que la ciudad acoge el IBC Amsterdam, una de las ferias más importantes a nivel mundial en el campo de la comunicación.
El invierno holandés ciertamente no se caracteriza por un clima templado. Será fácil encontrar días grises y lluviosos, pero no por esto Ámsterdam no mantiene un cierto atractivo. La ciudad tiene su encanto, disfrutar de un chocolate caliente en un café, visitar el mercadillo de Navidad en la Plaza Dam, patinar sobre los canales helados, son sólo algunas de las ideas que os permitirán conocer otro lado de la ciudad.
Además en esta estación las tarifas bajan y viajar a Ámsterdam resultará más barato, a excepción por supuesto del período de las fiestas navideñas, cuando la ciudad es una de las capitales europeas más populares, especialmente entre los jóvenes, para celebrar el Año Nuevo. Desde Museumplein a la Plaza Dam, no faltarán eventos organizados.
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.